
Los edulcorantes o sustitutos del azúcar aportan dulzor a los alimentos y bebidas sin apenas aportar calorías, debido a que su poder endulzante es tan potente que las cantidades que se usan son muy pequeñas.
Por este motivo son muy utilizados en la industria alimentaria (es el caso de los polialcoholes), y en especial en productos ‘light’.
Pueden ser naturales (normalmente de origen vegetal) o artificiales (sustancias químicas sintetizadas en laboratorios). Una de las ventajas que aportan es que son menos dañinos que el azúcar para el esmalte dental y pueden ser de gran ayuda para el paciente diabético porque no aumentan la glucemia.
Se consideran aditivos alimentarios y deben cumplir con las regulaciones correspondientes, por este motivo son todos seguros si son consumidos en dosis racionales.
De todos los edulcorantes existentes, los más usados en la actualidad son:
- STEVIA: se extrae de una planta cuya hoja se usa como endulzante natural desde hace siglos, pero la que se comercializa y consumimos ha sido tratada en laboratorios en la mayoría de los casos, de forma que lo que compramos es un producto químico que nada tiene que ver con la hoja de la planta. Para ser considerara Stevia pura debe tener al menos un 95% de glucósidos de esteviol. Si comprobamos la etiqueta del envase veremos que en algunos casos el contenido en estos glucósidos es de tan sólo un 1% y el resto son aditivos, lo que aleja este producto de la consideración de endulzante natural.
- POLIALCOHOLES como Maltitol, Xilitol, Sorbitol o Eritritol. Algunos de ellos se encuentran de forma natural en frutas y verduras en cantidades muy pequeñas. Se deben consumir con moderación porque el cuerpo no los absorbe por completo y su abuso puede dar lugar a hinchazón y diarrea.
- SIROPE DE AGAVE: también se extrae de una planta, pero como ocurre con la Stevia, en muchos casos el que se comercializa está tratado químicamente y al final lo que consumimos es un producto de laboratorio sin propiedades nutricionales destacables.

Hay otros edulcorantes de uso frecuente en la industria: Acesulfamo K, Aspartamo, Sacarina, Sucralosa, Ciclamato, Taumatina. Todos ellos aportan un intenso sabor dulce con una mínima cantidad, por lo que proporcionan muy pocas calorías a la dieta.
Entonces la pregunta que debemos hacernos es: ¿es sano el uso de edulcorantes? Y la respuesta correcta sería: es muy recomendable reducir su consumo por varios motivos:
- El sabor dulce es adictivo y cuanto más dulce comemos más queremos. Esto es aplicable a todos los edulcorantes. Tenemos que enseñar al paladar a disfrutar de la comida o bebida al natural, sin tapar el verdadero sabor endulzándolo.
- Normalmente los alimentos con azúcar añadido tienen también grasas saturadas, niveles altos de sal y muchos otros aditivos. El perfil nutricional de estos alimentos no es nada saludable, por lo que no podemos recomendarlos.
- Los alimentos bajos en calorías y ‘light’ en los que aparecen a menudo los edulcorantes no siempre son sanos. A veces comemos cantidades mayores de estos productos porque pensamos que son mejores, pero hay que estudiar el conjunto de la etiqueta para valorar si son saludables o no.
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