Dietas cetónicas, cetógenas o sin carbohidratos

Es frecuente en los últimos años que nos lleguen a consulta pacientes preguntando sobre las “Dietas sin Carbohidratos”, también llamadas “Dietas Cetónicas” y que se han puesto muy de moda. Pero, ¿sabemos los riesgos que conllevan?

El posible atractivo de estas dietas es que son muy eficaces para perder peso de forma rápida, pero sin embargo son extraordinariamente peligrosas para la salud. El motivo es que cuando el cuerpo no dispone de hidratos de carbono (que son la principal fuente de energía) empieza a utilizar las grasas y proteínas para obtener la energía que necesitamos para nuestros procesos biológicos normales.

Cuando sólo se utilizan las grasas como fuente de energía, éstas se metabolizan de forma anormal y se producen unos compuestos de desecho llamados cuerpos cetónicos que se pueden acumular en el cuerpo y producir un síndrome tóxico que se denomina Cetosis.

Los síntomas de la Cetosis son la halitosis (mal aliento), pérdida de apetito y náuseas. Por tanto, para una normal utilización de las grasas es necesario un correcto aporte de hidratos de carbono.

Si llegamos a la situación de falta de hidratos de carbono extrema, el cuerpo empieza a utilizar las proteínas como fuente de energía. En consecuencia, las proteínas no se pueden desarrollar sus funciones fisiológicas como la regeneración de tejidos (por ejemplo, el tejido muscular) y el transporte de sustancias en sangre, con la consecuente pérdida de masa muscular.

Las recomendaciones generales sitúan en aproximadamente un 50% el aporte de carbohidratos en la dieta, si bien es verdad que en el caso de que se quiera o necesite perder peso se debe reducir este porcentaje.

Para realizar esa reducción del porcentaje de carbohidratos en nuestra dieta, se debe hacer eliminando completamente los azúcares simples presentes en la bollería, el azúcar de mesa y el pan blanco, ya que los azúcares complejos son necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo. Se entienden por azúcares complejos alimentos integrales y fibra presente en legumbres, fruta y verdura.


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