El bolso te está destrozando la espalda, y lo sabes…

¿Llevas más de lo necesario en tu bolso de mano? ¿Crees que podrías reducir algo el peso de tu bolso sacando “porsis” que rara vez utilizas? Debes saber que según un estudio de una conocida marca de alimentación, el 78% de las mujeres encuestadas se confesó incapaz de permanecer un día sin su bolso, y casi el 100% afirmó llevar en él, como mínimo, el móvil, las llaves, la cartera y las gafas.

Ahora que para viajar en avión debes pesar y medir tu equipaje, tu bolso no debería superar el 5% de tu peso corporal para evitarte lesiones muy habituales ¡¡Pesa tu bolso!! No lo dicen las compañías aéreas, lo decimos los fisioterapeutas. Desde el Colegio de Fisioterapeutas seguimos divulgando información importante para tu salud.

Y ya que damos el consejo, lo damos completo: hay que llevar el bolso de forma correcta, pegado al cuerpo para evitar balanceos y colocando los objetos más pesados al fondo. Debe poder llevarse al hombro, con un asa ancha o dos asas “enrolladas” e irlo cambiando de hombro a lo largo del día cada 10 o 15 minutos. El mejor bolso para evitar dolores es el bolso en bandolera, con asa ancha y mejor si es acolchada.

El material con el que está hecho el bolso es importante: los de nylon y lona son los más ligeros mientras que los bolsos de piel son más pesados. Si eliges un bolso de piel, siempre más elegante, llévalo muy pegado al cuerpo. Tu columna cervical, tus trapecios, los hombros e incluso codos y muñecas agradecerán el cambio, porque son las articulaciones y la musculatura más afectadas.

Por cierto, el malo malísimo de los bolsos, aunque sea ideal en muchas ocasiones, el bolso tipo cartera colgado del antebrazo: sobrecargas en inserciones de tendones, epicondilitis, acortamiento de la musculatura del antebrazo, rigidez articular…. la ejemplificación práctica del “antes muerta que sencilla”.

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